El Kobido es un lifting manual que activa la microcirculación, libera tensiones profundas y estimula colágeno y elastina en cada maniobra rítmica; un ritual ancestral que deja la piel firme, luminosa y descansada sin agujas ni aparatología.
En este artículo
La tradición de los masajes japonéses nace de la filosofía oriental que busca armonía entre cuerpo y mente. Dentro de ese legado, el Kobido destaca como la joya facial: una danza de percusiones, amasamientos y drenaje linfático que esculpe pómulos, alisa la frente y redefine el óvalo en menos de una hora. Si tu objetivo es un efecto lift natural que también relaje la mandíbula y despierte el “glow” interno, este arte milenario es tu mejor aliado.
¿Qué hace único al Kobido?
Durante la sesión alterno maniobras rápidas y presiones profundas que “despiertan” los fibroblastos. La piel recibe un torrente de oxígeno, la linfa fluye y las microfibras de colágeno se reorganizan. A diferencia de otros métodos, no hay agujas ni calor; solo el contacto preciso de las manos, capaz de aumentar el flujo sanguíneo hasta cuatro veces al instante y mejorar la firmeza tras un ciclo de cinco a diez visitas.
Beneficios desde la primera cita
- Luminosidad flash: el rostro refleja la luz con un tono uniforme y jugoso.
- Contorno definido: la línea mandibular se afina y las mejillas recuperan volumen natural.
- Relajación muscular: al soltar los maseteros, disminuye la tensión del bruxismo y los dolores de cabeza.
- Efecto anti-estrés: las maniobras rítmicas equilibran el sistema nervioso y dejan una calma profunda que dura días.
Mi protocolo paso a paso
Fase | Objetivo | Sensación |
---|---|---|
Apertura energética | Con presiones suaves despierto puntos clave para activar la circulación. | Calor agradable que recorre sienes y cuello. |
Tonificación rítmica | Golpecitos rápidos estimulan colágeno y tensan el tejido. | Ligero “vibreo” que revitaliza la piel. |
Amasamiento profundo | Atraigo sangre y oxígeno a capas internas; libero nudos musculares. | Calor intenso pero placentero. |
Drenaje linfático | Elimino toxinas y desinflamo bolsas y ojeras. | Sensación de ligereza y frescor inmediato. |
Sellado zen | Maniobras lentas sellan energía y fijan el resultado. | Relajación total y piel satinada. |
Preguntas frecuentes
¿Cuántas sesiones necesito?
Un ciclo inicial de seis a ocho citas (quincenales) crea la base; un mantenimiento mensual prolonga el efecto.
¿Duele?
No. Ajusto la presión a tu umbral de comodidad; debe sentirse firme, nunca doloroso.
¿Puedo hacerlo si llevo fillers o bótox?
Sí, respetando los tiempos de seguridad que indique tu médico; el Kobido mejora la oxigenación y alarga los resultados.
¿Sirve para pieles sensibles?
Por supuesto. Uso aceites calmantes y evito fricción excesiva; la técnica es 100 % manual y respetuosa.
Cómo potenciar tu Kobido en casa
- Ejercicios faciales: pronuncia vocales exageradas 2 min al día para tonificar orbiculares.
- Rodillo de jade frío por la mañana para descongestionar bolsas.
- Respiración Hara: inhala inflando abdomen, exhala lento (5 ciclos) y mantén la serenidad que el masaje despierta.
- Protector solar diario: la luz UV degrada el colágeno recién estimulado.
Explora más sobre el Kobido y reserva tu sesión aquí: masajes japonéses. Sentirás cómo cada maniobra devuelve firmeza y serenidad a tu rostro.
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