Ventajas y Desventajas Masaje Kobido | Lifting Japonés CDMX

Terapeuta aplicando masaje Kobido japonés en pómulo de paciente relajada
Tiempo de lectura: 3 minutos

El masaje Kobido estimula la circulación, tonifica los músculos y drena toxinas con maniobras rítmicas que aportan un “efecto lifting” inmediato y cero invasivo. Conoce sus puntos fuertes y sus límites para decidir si este ritual ancestral es el aliado perfecto para tu piel.


Cuando alguien llega a cabina buscando un impulso de luminosidad sin agujas, el masaje japonés facial Kobido suele ser mi primera recomendación. Esta técnica milenaria combina percusiones, amasamientos y drenaje linfático ligero para reactivar la microcirculación y despertar la producción de colágeno. A diferencia de otros tratamientos, se apoya exclusivamente en las manos del terapeuta, creando una experiencia sensorial que relaja la mente y esculpe el rostro al mismo tiempo.

Los gestos rítmicos siguen rutas energéticas ancestrales; cada movimiento está pensado para liberar tensiones en mandíbula, frente y cuello —las zonas que más delatan el estrés diario— mientras aviva el flujo sanguíneo. El resultado es un cutis luminoso, mejillas definidas y una sensación de ligereza que notas al levantarte del sillón.

Entre los beneficios inmediatos destacan:

  • Brillo natural gracias al aumento de oxígeno y nutrientes.
  • Disminución de bolsas y ojeras por el drenaje linfático.
  • Relajación profunda al liberar puntos gatillo faciales.
  • Mejora del tono muscular, lo que afina el contorno mandibular.

Visita nuestra página de masaje Kobido para conocer el protocolo completo y reservar tu cita.

Sensación flash visible desde la primera sesión. La piel se ve jugosa, con un “glow” que dura de 24 a 48 horas.
Compatibilidad con embarazo, lactancia y pieles sensibles al no usar aparatología ni químicos.
Estimulación sostenida de fibroblastos: después de un ciclo de cinco a diez sesiones la firmeza mejora, y las líneas de expresión se ablandan.
Ritual mindfulness: el balance entre ritmo rápido y presión suave induce un estado meditativo que reduce cortisol, clave para un semblante descansado.

Resultados acumulativos: el famoso “efecto flash” no significa permanencia. Para sostener la firmeza necesitas constancia, igual que entrenar un músculo.
No sustituye procedimientos médicos cuando hay arrugas muy profundas o pérdida severa de volumen.
En casos de acné activo, herpes labial o rellenos recientes se pospone para evitar irritación.
Quienes tienen piel ultra-reactiva pueden notar leve rubor que desaparece en minutos.

Este masaje es perfecto para quienes detectan flacidez incipiente, buscan una alternativa natural a las agujas o simplemente disfrutan de un momento de autocuidado con resultados estéticos. También es un aliado para quienes sufren bruxismo: al relajar los maseteros, disminuye la tensión mandibular y suaviza la línea de la mandíbula.

Para lograr cambios duraderos, mi recomendación es:

  • Dos sesiones semanales durante el primer mes.
  • Mantenimiento quincenal o mensual según respuesta cutánea.
  • Apoyo en casa con hidratación constante, protector solar y un breve ejercicio facial diario.

Una piel bien irrigada y drenada responde mejor a tratamientos adicionales. Muchas pacientes combinan Kobido con radiofrecuencia fraccionada, mascarillas nutritivas o una sesión mensual de LPG Endermologie facial para reforzar densidad dérmica. Estas sinergias intensifican la producción de colágeno y prolongan el efecto lifting.

Cada rostro cuenta una historia única; el masaje Kobido escucha esa historia a través de tus tejidos y responde con un estímulo inteligente que realza tu belleza natural. Permítele a tus fibroblastos vibrar al ritmo de esta tradición nipona y siente tu piel renacer desde la primera maniobra.


¿Quieres probar el lifting japonés sin bisturí?
Escríbenos por WhatsApp agenda tu sesión. Tu piel y tu mente te lo agradecerán.