El masaje Kobido y la radiofrecuencia facial tienen el mismo objetivo: rejuvenecer sin cirugía. En Sakura Estética Avanzada explicamos sus diferencias, beneficios y cómo se complementan. Conoce cuándo elegir la energía manual japonesa o la tecnología INDIBA para lograr un lifting natural, visible y seguro.
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Dos caminos hacia el mismo objetivo
El rejuvenecimiento facial puede abordarse desde lo manual o lo tecnológico, y ambos caminos son válidos si se aplican correctamente. El masaje Kobido trabaja desde el músculo y la energía vital, mientras que la radiofrecuencia —especialmente con tecnología INDIBA— actúa en la regeneración celular del tejido. En Sakura Estética Avanzada no los enfrentamos: los combinamos estratégicamente para potenciar resultados y mantener la naturalidad del rostro.
Qué es el masaje Kobido
El Kobido es un masaje japonés ancestral que significa literalmente “camino de la belleza”. A través de movimientos rápidos, percusiones rítmicas y maniobras de drenaje, estimula la circulación, oxigena los tejidos y tonifica la musculatura facial. Cada sesión libera tensiones acumuladas en mandíbula, cuello y pómulos, zonas donde el estrés y la gesticulación repetitiva provocan flacidez y arrugas. El resultado es un lifting natural que devuelve frescura y expresión serena al rostro. Si deseas conocer más sobre esta técnica, visita la página de masaje facial Kobido.
Qué es la radiofrecuencia facial (INDIBA)
La radiofrecuencia facial utiliza energía electromagnética para calentar suavemente las capas profundas de la piel y estimular la producción natural de colágeno y elastina. En Sakura trabajamos con la tecnología INDIBA facial, reconocida por su frecuencia precisa de 448 kHz. Esta frecuencia activa el metabolismo celular, mejora la oxigenación y fortalece el tejido conectivo sin causar daño superficial. La piel se siente más firme, hidratada y densa desde las primeras sesiones. A diferencia de la radiofrecuencia convencional, INDIBA no irrita ni sensibiliza la piel, por lo que es segura incluso en rostros delicados o con rosácea.
Kobido o radiofrecuencia: cuál elegir
El masaje Kobido es ideal para quienes buscan una experiencia relajante y resultados visibles en tonicidad y drenaje facial. Además, tiene un efecto emocional positivo: relaja los músculos y la mente, mejora el flujo de energía y promueve una expresión más luminosa.
La radiofrecuencia INDIBA, por su parte, está recomendada para pieles con flacidez moderada o pérdida de densidad. Es una opción perfecta a partir de los 30 años, cuando el colágeno natural comienza a disminuir. También puede aplicarse después de tratamientos manuales para sellar los resultados y estimular la regeneración a nivel profundo.
En realidad, no se trata de elegir uno sobre otro, sino de entender cuándo y cómo combinarlos. En el artículo “Cuándo combinar Kobido con INDIBA o LPG para resultados visibles” explicamos cómo se logra esa sinergia entre técnicas naturales y tecnológicas.
Cómo se complementan
Cuando el Kobido y la radiofrecuencia se aplican en un mismo protocolo, los resultados son más equilibrados y duraderos. El masaje manual prepara la piel, activa la circulación y drena líquidos; la radiofrecuencia estimula la producción de colágeno y fortalece las capas profundas. El efecto es un rostro más firme, relajado y luminoso, sin signos de tensión. Este tipo de protocolo se recomienda en ciclos de seis a diez sesiones, seguidos de mantenimiento mensual.
Si deseas entender mejor cómo actúa cada técnica dentro del proceso de rejuvenecimiento, puedes leer “Cómo rejuvenecer el rostro de forma natural: técnicas que realmente funcionan”.
Cuidados posteriores
Después de un masaje Kobido o una sesión de radiofrecuencia INDIBA, evita la exposición solar directa, el alcohol y el ejercicio intenso durante 24 horas. Mantén la piel hidratada y aplica protector solar. Realizar automasajes suaves entre sesiones ayuda a prolongar los resultados. Estos cuidados, junto con una buena alimentación y descanso, son esenciales para mantener la firmeza y vitalidad de la piel.
Rejuvenecer sin perder la naturalidad
En Sakura Estética Avanzada creemos que rejuvenecer no es cambiar el rostro, sino devolverle su expresión natural y equilibrada. Tanto el Kobido como INDIBA respetan la anatomía facial y estimulan los procesos biológicos del cuerpo. Es por eso que nuestros protocolos son personalizados, seguros y libres de intervenciones invasivas. La belleza auténtica no se fabrica: se despierta.
Preguntas frecuentes sobre Kobido y radiofrecuencia facial
¿Cuál ofrece resultados más duraderos?
Ambos tratamientos son efectivos. La radiofrecuencia INDIBA produce cambios más profundos y estructurales, mientras que el Kobido ofrece resultados inmediatos en tono y luminosidad. Combinados, los efectos se prolongan durante más tiempo.
¿Puedo hacerme Kobido si ya uso tecnología facial?
Sí. El masaje Kobido complementa cualquier tratamiento estético. De hecho, relaja los músculos y mejora la absorción de activos, potenciando los efectos de tecnologías como INDIBA o LPG.
¿Cada cuánto se recomiendan las sesiones?
En promedio, una vez por semana durante el protocolo inicial y luego una sesión mensual de mantenimiento. El ritmo se adapta a la edad, tipo de piel y respuesta individual.
¿Qué se siente durante la radiofrecuencia facial?
Una sensación de calor suave y agradable. No produce dolor ni enrojecimiento. En Sakura ajustamos la intensidad según la sensibilidad de cada piel para garantizar una experiencia confortable.
¿A partir de qué edad puedo iniciar?
Desde los 25 años puede usarse de forma preventiva para estimular colágeno. A partir de los 30 o 35 años, se recomienda como parte de un plan de rejuvenecimiento natural integral.
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Agenda una valoración con Victoria Teresa García Zuazo y descubre qué técnica —Kobido, INDIBA o ambas— se adapta mejor a tu piel. Todos los protocolos de Sakura son seguros, personalizados y no invasivos.
Sakura Estética Avanzada, Polanco, CDMX.
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